Localización Entre la iglesia y las primeras casas del pueblo de Linás de Broto. Enfrente del abrevadero.
Coordenadas. 30T0732198 UTM 4722651
Textos Esperanza Fernández (Geopage)
Algunos de los paisajes más impresionantes de Sobrarbe han sido creados por el hielo. Si viajáramos en el tiempo, digamos unos 60000 años hacia el pasado, la parte septentrional de esta comarca se encontraría cubierta de hielo. En un mundo helado, los glaciares esculpen el terreno dejando a su paso diversas pruebas de su existencia: grandes circos como Marboré, ibones como la Basa de la Mora, valles abiertos como Pineta o Broto, depósitos de sedimentos caóticos como los de Viú o Sarvisé, etc.
Glaciar actual (Saskatchewan, Montañas Rocosas, Alberta, Canadá) excavando el valle por el que se mueve. La suciedad está formada por material rocoso de diverso tamaño y procedencia, cuya acumulación se denomina morrena. Fotografía: Esperanza Fernández.
Una de estas evidencias son los denominados "depósitos glaciolacustres" próximos a Linás de Broto. Se trata de un conjunto de sedimentos claros, culminados por una superficie plana hoy cubierta de prados, y que son visibles gracias a la acción erosiva del arroyo de Sorrosal y del agua de lluvia. Su estudio geológico ha revelado que se depositaron en un antiguo lago, ya desaparecido, alimentado por agua de glaciar.
Diversas vistas de los depósitos glaciolacustres de Linás de Broto.
vista tal y como se observa desde la carretera de entrada a esta localidad Fotografía: Ander Gómez.
El depósito al pie del mismo, y en ellas se pueden observar los diferentes tamaños de sedimentos depositados en el lago en función de la climatología y de otros factores geológicosFotografía: Ander Gómez.
Fotografía: Ander Gómez.
Detalle de estos depósitos. Fotografía: Ander Gómez.
Glaciar de casquete actual, en Groenlandia. Al deshacerse el hielo, todos los sedimentos que transportaba el glaciar se depositan. Estos depósitos glaciares (denominados morrenas) son caóticos, con sedimentos de todos los tamaños y formas. Sin embargo, cuando los sedimentos se depositan en una laguna alimentada por un glaciar, estos adquieren diversos estilos de depósito (capas de cantos, capas con arenas en láminas paralelas, capas de arcillas, etc) Algunas de estas formas de depósito glaciolacustre pueden reconocerse claramente en los materiales que afloran en las proximidades de Linás de Broto. Fotografía: Esperanza Fernández.
Durante última glaciación, la cabecera del valle del Sorrosal acogía un pequeño glaciar cuyo deshielo generaba un arroyo que, como el actual, tenía su salida natural en el valle de Broto. Al mismo tiempo, por este valle circulaba un glaciar que transportaba grandes cantidades de materiales rocosos arrancados a su paso o caídos de las laderas vecinas. Este glaciar se adentró en el valle de Sorrosal, depositando allí gran parte de su carga rocosa, la cual actuó como un dique natural, obstruyendo la salida del arroyo y formando un lago.
Autor: Albert Martínez
Este lago llegó a tener unos 2 km de longitud y hasta 500 m de anchura. La cantidad de agua y sedimentos que llegaban al mismo fluctuaba según el clima imperante en cada momento. Por este motivo, entre los sedimentos que colmataron el lago de Linás de Broto alternan gravas y cantos de río, con arenas depositadas en pequeños deltas lacustres y con arcillas sedimentadas en momentos de menor aporte.
Cuando el glaciar principal desapareció, el río Sorrosal se abrió camino entre las morrenas, vaciando el lago y continuando su camino hasta el río Ara.
Autor: Albert Martínez
El material que se observa desde el mirador de Linás de Broto, y al cual está dedicado el panel, no es el único depósito glaciolacustre de la zona. Diversos equipos de trabajo han investigado este valle en busca de sedimentos similares, hallando varios de ellos en diversos puntos y analizando la edad de cada uno de ellos. Estos depósitos han sido cartografiados en detalle y su estudio permite reconocer la existencia de, al menos, dos lagos situados a distinta altura y obturados por la presencia de morrenas
Mapa geomorfológico que muestra los lugares donde aparecen restos de depósitos glaciolacustres y de morrenas en los alrededores de Linás de Broto. Estos mapas son la herramienta básica del trabajo geológico, a partir de la cual se obtienen datos que permiten interpretar la historia geológica.
Aunque la mayoría de las personas relacionamos la edad de hielo con las glaciaciones del Pleistoceno y los grandes mamíferos lanudos hoy extintos, en época histórica ha habido también épocas de frío intenso. La más conocida es la Pequeña Edad del Hielo que tuvo lugar entre 1550 y 1850 y que, se cree, estuvo causada por una disminución de la actividad solar. Durante estos años los glaciares de los Pirineos se expandieron pero, desde 1850, se encuentran en franco retroceso.
Glaciar de Monte Perdido, uno de los glaciares relictos que aún se conservan en Pirineos. Fotografía: Luis Carcavilla
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