Localización : Área de descanso en la carretera que une Laspuña con El Pueyo de Araguás.
Coordenadas. 267523 4707110 31 N
Textos Esperanza Fernández (Geopage)
Al mismo tiempo que se inicia la formación de una montaña, esta comienza a ser destruida por los agentes geológicos externos (agua, hielo, viento, gravedad, seres vivos…) que emprenden su acción modeladora del paisaje. Se generan así edificios rocosos con un carácter propio y, frecuentemente, de belleza abrumadora. Cuando admiramos estos paisajes no somos conscientes es de que, en realidad, estamos observando las ruinas de algo mucho mayor: un enorme edificio geológico en destrucción que, con el tiempo, acabará desapareciendo.
Desde este mirador se observa el gran pliegue anticlinal de Añisclo. Su historia puede relatarse en tres episodios:
Episodio 1
Entre unos 86 y 56 millones de años. Se depositan sucesivas capas horizontales de sedimentos en un fondo marino. Estos sedimentos son enterrados en el interior de la Tierra donde se transforman en rocas estratificadas.
Episodio 2
Hace unos 45 millones de años. Debido al choque de Iberia con Europa, las rocas estratificadas se pliegan con forma de domo (pliegue anticlinal) y se rompen (falla).
Episodio 3
Desde su construcción, los agentes geológicos externos actúan primero exhumando y después destruyendo la estructura. En los últimos millones de años, el río Bellós ha aprovechado la debilidad producida por la rotura y aún hoy día sigue excavando la zona media del pliegue.
Geológicamente hablando, el Pirineo es una cordillera joven. Su levantamiento comenzó a finales de la Era Mesozoica, hace unos 65 millones de años, a consecuencia del choque entre Iberia y el sur de Europa. La persistencia de ocasionales terremotos con centro en Pirineos es indicativa de que estas montañas aún tienen cierto dinamismo, aunque la acción geológica actual es dominantemente destructiva.
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